¡¡Una Banda de Lujo!!

Cómo ya sabéis todos, estamos cerca de nuestro “Septiembre” y como es viniendo habitual, cada año sale nuestra revista. Este año ha habido varios artículos relacionados con la banda, pero ha habido uno en especial, que nos ha hecho que a todos se nos escape una lagrimilla, y no sólo por lo bonito que es, sino por los momentos vividos y por todo lo que nos ha hecho recordar mientras lo leíamos. Por ello, y como no todo el mundo tiene esta magnífica revista, siento el gusto de “copiarlo” en este blog y si nuestro amigo Jose Antonio Rosales nos lo permite, aquí os lo dejo:

Se puede decir que ésta es una de esas veces en las que las cosas no son lo que parecen. Quien iba a pensar que un grupo de 70 personas entre 8 y 40 años (aprox.) y cuyo único nexo de unión aparente es la música, iban a hacer que el día más importante de mi vida, el día de mi boda, y los días que le precedían fueran más especiales aún si cabe. Quién iba a decir, que este grupo de “personajes” iban a despertar en mí emociones nunca experimentadas e ilusión y orgullo por pertenecer a este gran grupo, a esta pequeña familia muchas veces incomprendida.

 

Se ultimaban los ensayos previos a la semana grande en nuestro flamante y recién estrenado local, cuando sobre mi cabeza rondaba una idea: “Quería hacer oficial la invitación de todo aquel que quisiera acudir a mi boda”, y aproveché el último ensayo antes de la “Gira Semana-santera 2010”.  No me iba a imaginar nunca  que yo, uno de los más veteranos, me iba a poner tan nervioso cuando dije la noticia ante todos ellos: “Como todos sabéis me caso por primera vez…”   y que a partir de ahí este grupo de pequeñajos (me permito esta licencia por ser de los más mayores), me iban a sorprender como lo hicieron .

 

Así arrancó una Semana Santa muy especial a la vez que intensa, de Viernes de Dolores a Viernes Santo, unas 350 marchas,  50 horas de procesión y más de 3800 kms por la geografía andaluza (Jerez, Alcalá, Archidona, Almuñécar, Bujalance, Cuevas de Almanzora, Cabra y de nuevo Alcalá),  todo ello por una ilusión, por un sueño…., “por el amor al arte”.  Todo salió estupendo gracias al ESFUERZO y COMPROMISO de todos y a la gran ayuda del entorno de la Banda, gente que presta su tiempo desinteresadamente para hacer bocadillos, preparar bebidas, chucherías y hasta las famosas meriendas personalizadas (Superbomba de chocolate, Donuts y el que menos calorías tiene: el Cañón Cofrade).  No hace falta decir nombres de quienes  siempre están ahí, ellos saben quienes son, tan sólo espero que nos acompañen muchos años más, será señal de que la locomotora sigue funcionado.

 

Una vez  terminados nuestros compromisos  y a unas tres semanas de mi gran día, por sorpresa, éste grupo de gachones, me regalaron un video para el recuerdo y me prepararon una “BODA PESADILLA” con motivo de mi despedida. No faltó ni un lujo de detalles: Padrino, Cura, Damas de Honor, Monaguillo y la Novi@… el novio ya sabéis quien era ¡claro!, un día inolvidable rodeado de inmejorable compañía. (Gracias a Aurori y Manolo por el escenario de la ceremonia, más de un Salón de Bodas ya quisiera tener esos jardines y esa entrada…).

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Y llegó el Uno de Mayo, el gran día,  empezó tempranito, a las 7:15 de la mañana, todavía estaba acostado, aunque no dormido, cuando empecé a escuchar un sonido familiar y muy querido… “MI BANDA”, me quiso acompañar desde por la mañana, llegaron a mi casa a despertarme, de lejos se escuchaba Ornamendi, qué os voy a decir, me puse un pantalón corto una camiseta y al balcón, la calle estaba llena de músicos, creo que más que la última diana, mientras tanto mis padres que sabían más que yo, ya estaban esperando y nos miramos emocionados. Ahí no quedó la cosa, después de tocar un par de “coplas” se fueron a tocarle a “mi todavía novia” que estaba en la peluquería. Yo me tuve que quedar atrás por aquello de no poder ver a la novia antes de tiempo…Después de los churros que desayunamos, cada uno fue a cambiarse para la ceremonia.

 

Nervios, emoción, alegría, besos y más besos, fue lo que viví a partir de entonces. Dicen que el día de tu boda vives tantas cosas y pasas tantos nervios, que no disfrutas de todos  los buenos momentos y que muchos de ellos ni recordarás al día siguiente. Puede que sea verdad pero hay una imagen que no se me va de la cabeza, hay un sonido que no quiero olvidar nunca y es la marcha “Calvario” que vosotros, “MI BANDA” me tocasteis cuando salí de la Iglesia, esta vez más vestidos de Gala que nunca. Fue el mejor regalo que me podíais haber hecho, haciendo lo que mejor sabéis hacer, MÚSICA.

 

 

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Desde que empecé en esta banda siendo un niño del barrio, en Septiembre del 90, hasta mis recién cumplidos 30 años he conocido a mucha gente, he compartido muchos momentos y he aprendido que las Bandas están mal vistas, las bandas están formadas por “Niñatos”, por “Egoistas”, por “Materialistas”,  “Trotamúsicos” molestos que incordian con las motos, con los pitos y con los palillazos… Esos mismos que el pasado 1 de Mayo me demostraron que dejándose arrastrar por el corazón, por el amor a su Virgen y luchando por lo que uno quiere, se consiguen hacer grandes cosas: a mí, uno de los hombres más felices del mundo, a Mi Banda, una de las mejores Agrupaciones de Andalucía y lo que es mejor, una Gran Familia.

 

GRACIAS POR TODO.

 

Jose Ant. Rosales.

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